Se repiten los ritos de todos los años. El primero, la bronca anual, malas caras y mails de cadena para decidir el sitio donde pasar la Nochevieja. El segundo, la decepción de la lotería. Y luego llegan los mensajitos que han sustituido a los christmas, las llamadas de esa gente que quieres pero con la que no hablas nunca, el belén en casa, las sillas vacías, las prisas para comprar los regalos, los recuerdos.
Pero para qué voy a mentir... no puedo evitar que la Navidad me encante... que me parezca la mejor época, y no por eso que dicen de la paz, el amor, el cenar todos juntos y querernos mucho. Me bastan esos pequeñitos detalles que me recuerdan a cuando era pequeña, cuando la llegada de los Reyes era el acontecimiento más importante del año y además estabas convencido de que venían de verdad. También me gusta que la gente se felicite porque se suponga que en estas fiestas hay que ser feliz.
Todo esto viene a que hoy es mi último día de trabajo del año y me estoy recordando a mí misma las fechas en las que estamos. Un beso lleno del espíritu navideño que por fin me empieza a invadir.
3 comments:
Que bien que se deja invadir por sentimientos atemporales (aunque ahora le pongamos fechas)
Felices fiestas!
no es entrañable???
un beso
BABEL. Mensaje urgente
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