
Otra vez sentados muy juntos, entre sombras, con minis en la mano, riéndonos, hablando de las muchas cosas que compartimos. Nuestra charla se compone de recuerdos y de anécdotas, de noches muy largas, de gente que pasó de largo. El lazo que nos unía se deshace sin que sepamos o queramos evitarlo. Un proyecto para comprar un piso con alguien, un erasmus, un trabajo en Inglaterra, una casa nueva. Hablamos de discos y cantantes que tuvieron éxito hace mucho, de libros terminados y releídos, de los meses en que hemos estado separados, de lo bien que lo pasábamos. El tiempo se hace largo y corto a la vez, cuesta reconocernos en ciertos gestos y nos da miedo profundizar demasiado. Nos echamos de menos, pero dejamos que el tiempo pase. Aunque nos queramos. Aunque hayamos aprendido cosas juntos. Aunque, y quizás por eso, hayamos llegado a conocernos tanto.