Thursday, March 29, 2007

Ansiedad


No recuerda bien cuándo empezó a pasar. Le miraba y se sentía inquieta. Se ponía roja si sus ojos se cruzaban con los suyos. Y ni se imaginaba qué le ocurriría si algún día le decía algo. Ya no soñaba con que él le escribiera una carta con una declaración de amor. Ni le había elegido para tener algo de qué hablar con sus amigas. Quería cogerle las manos y acariciarle el pelo. Olerle y besarle el cuello. Susurrarle al oído qué cosas le daban miedo. Abrazarle y sentirse abrazada. Y que las palabras no se acabaran nunca.

Temblaba si pasaba cerca, si le veía pasar por la puerta de clase, si alguien hablaba de él. Tenía una necesidad nueva, que le asustaba. Que no se iba. Que sabía que no se iría, aunque con los años cambiara de nombre. Nerviosismo. Ansiedad...

Thursday, March 22, 2007

Nueva vocación

Ya sé lo que quiero hacer cuando sea mayor. Ni dueña de una papelería, ni bibliotecaria. Quiero ser florista y tener una tienda llena de plantas y de olores diferentes, preparar ramos de novia y de enamorados e hincharme a vender rosas en San Valentín y el Día de la Madre. Últimamente siempre me da envidia el hombre del puestecillo de flores que está delante del parque por el que paso todos los días. Me tienta comprarme unas margaritas. O un girasol. Y miro alrededor y veo el parque otra vez verde y el sol encima de mi cabeza. Da igual que haga frío, ya ha llegado la primavera.


Monday, March 12, 2007

Por fin conozco al Dr. House

Tanto tiempo soñando con ese momento... tantas veces imaginándome en el hospital, viéndole aparecer cojeando y mirando a todos con desprecio... tantas semanas tragándome cada capítulo en casa... y resulta que lo tenía aquí al lado.





Ya le vi en la primera consulta hace apenas diez días. Casi no me dio tiempo a decir 'hola'y ya me estaba dando un papelito para hacerme unas pruebas. Hoy, con los resultados en la mano, al menos pude sentarme y dejar el abrigo. Todo está bien, susurró mirando las imágenes. Después me mandó unas pastillas, me dijo cuánto tiempo las tenía que tomar y cuándo tenía que volver. La enfermera escribía las recetas a toda velocidad y yo veía que mi tiempo ante el doctor, que tanta espera me había costado, estaba a punto de acabar. Así que, según me hacía más consciente de que el médico no me iba a decir nada más, me atreví a preguntarle qué cosa me iba a tener que tragar los siguientes dos meses. Me miró incrédulo y pronunció un nombre ininteligible. "¿Sabes lo que es?", me pregunta. "No", le digo. "Pues ya está". Resignada y cargada con mis recetas, salí del cuarto. Fin de la cita.

Es más feo y más viejo que House, igual por eso me ha sentado tan mal. Tendré que intentar descifrar el prospecto y confiar en que al menos sea tan infalible como el médico de la tele...

Thursday, March 08, 2007

¿Felicidades?

¿Por qué? ¿Por ser mujer y trabajar? Afortunadamente, en mi generación eso es lo normal. Estudiamos como el resto, mandamos currículums como el resto y trabajamos como el resto. Exactamente igual. Hay mujeres que valen, y otras que no. Hombres que valen, y otros que no. Y estoy deseando que llegue ya el año en que fechas como hoy no se celebren ni se destaque que una mujer pueda compaginar un empleo con tener hijos. Eso, simple y llanamente, ha de verse con normalidad. Igual que un hombre sale a trabajar y tiene su casa y su familia. Igual que un hombre asciende. No creo ni en paridades ni en cuotas, que sólo sirven, paradójicamente, para prolongar una desigualdad que todavía se mantiene en sueldos y responsabilidades. Creo en mí como persona y no como "mujer trabajadora". No me reivindico. Sólo quiero que cualquiera que me contrate me juzgue sólo por mis méritos. Y ocupar algún día un puesto importante con un sueldo digno exclusivamente porque lo merezca.



Creo que he vuelto a hablar del trabajo

Sonrisas de verdad y de mentira



Con la sonrisa convertida en mueca en más momentos de los que debería, voy llegando poquito a poco al final de la semana, que se me ha hecho más larga y pesada que nunca. Mucho hartazgo de hacer siempre lo mismo, algo de sueño y cansancio y ganas de que pasen cosas. De que algo cambie. Hay muchos días en que vengo feliz. Otros odio estas paredes. Todos deberíamos disfrutar con nuestro trabajo, sintiendo que sirve para algo, que te representa un poco. A veces... sólo a veces, parece que somos piezas con recambio. No es una queja por mi ejemplo concreto. Me refiero a todos... a gente que conozco... a lo que me puede pasar a mí... A las horas que se pueden perder atados a un lugar que no nos gusta.

Sonrío de verdad cuando disfruto de verdad y miro a alguien a quien quiero. No porque me lo pidan.

A la próxima no hablo de trabajo, prometido