Sunday, November 19, 2006

Despertar

Como siempre escribo en domingo, siempre acabo hablando de lo mismo... del fin de semana, de salir, de quedar, de mis ganas de salir y de quedar... De que vuelve a ser lunes, de las muchas horas que tengo que trabajar, de si me gusta o no me gusta, de si me queda tiempo para hacer todo lo que quiero hacer. Típicas quejas de cuando se acaba el fin de semana, tienes sueño, estás hecho un trapo y toca madrugar. Típicas quejas aunque no haya NADA de lo que quejarse. A ver si escribo algún martes, o miércoles... y cambio el tema.



Suspiró despacio. Situándose lentamente, sintiendo el tacto de las sábanas sobre la cara, los ojos, las manos. El pelo revuelto encima de la almohada. Poca luz intentando entrar por las persianas. Aún ningún recuerdo en la superficie, sólo quedaban leves sensaciones de un sueño que se olvidaba sin remedio. El despertador no había sonado, porque era domingo. Domingo… sábado por la noche… leve dolor de cabeza por haber dormido poco. Fueron asomando imágenes perdidas de apenas unas horas antes. Quiso retrasar el momento de volver a la conciencia, pero un recuerdo tiró de otro y el día, la noche, la vida volvió mientras daba vueltas en la cama, aún sin abrir los ojos. Sonrió despacito mientras se daba cuenta de que, por un día, era mejor recordar que soñar, era mejor evocar olores, y personas, y momentos, y miradas, que quedarse fuera de este mundo que se colaba por la ventana y entre los párpados, cada vez con más fuerza. Palpó la colcha, la pared, sacó las manos al aire pesado del cuarto y sintió que empezaba el día. Por una vez, no le importó. Abrió los ojos con calma, asomándose a una luz tenue mientras oía en su cabeza esa frase, y recordaba un olor que notaba, aunque fuera imposible, en el fondo de la habitación. Sonó el teléfono. Ya eran las dos.

2 comments:

Absurdo Rutinario said...

Vampiro de sabado noche.
Resaca de lumínicos Domingos.
Un martes. Normal como cualquier otro martes, descubrirás que también puedes escribir. Y que te podemos leer.

Un saludo

Txe Peligro said...

los domingos matan mas que las pistolas.

bonito cuarto.

besos