Wednesday, February 07, 2007

Demasiado temprano para empezar a trabajar


Me imagino a la orilla del mar. En una playa sin gente... pero no de esas típicas con "arena blanca", "aguas cristalinas" y palmeras. En una corriente, quizás del norte, con un gran acantilado, con los gritos de las gaviotas, el frío de las primeras horas de la mañana y pequeñitos rayos de sol que no llegan a calentar saliendo entre las nubes.

Me imagino en medio de un parque. Los edificios de la ciudad se ven muy lejos. Hay poca gente recorriendo los senderos entre los árboles y en una gran pradera varias personas leen tumbadas sobre el césped. No llegan ni el humo ni el ruido de los coches. Hace más frío que en las calles del centro. Un grupo de jardineros recoge las hojas caídas.

Me imagino escuchando música con los ojos cerrados. O dormida, entre las sábanas.

Escrito mucho antes de la hora que pone ahí abajo...

4 comments:

An@ said...

me imagino volando a dos palmos del suelo, sin que nadie me vea, observando todo el planeta a la vez a cámara rápida.

Anonymous said...

Nunca es buena hora para empezar a trabajar... Fíjate en mí, empiezo a las cinco de la tarde y muchos días me tengo que poner el despertador. Un besillo

Absurdo Rutinario said...

Imagino áticos acristalados y sin techo.
Imagino casas sin puertas. Ninguna.

Dejo de imaginar cuando veo ciegos en ferraris, charlatanes que bien podrían quedarse mudos, y gente tras ventanilla que está como un tapia.

Luego vuelvo a imaginar.

Anonymous said...

Hola Merce.
Soy Enrique.
Imagino que te has fumao un porro para hacer este texto:) No, en serio, me gusta lo que cuentas y cómo lo cuentas. También tu versión de las zapatillas que no paraban de bailar (en el original, creo recordar que a la niña le cortaban los pies...). No me he podido leer muchas más narraciones porque es tarde y hoy he conocido el blog. Ya sabes lo que opino sobre que pongas letras de canciones de Bunbury y del nombre del blog. Lo único que te pido es que, POR FAVOR, cambies el color de fondo de la página por uno más brillante, como tú. Un besote.
Enrique